Chico tienes que cuidarte - Razón y Palabra

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CHICO TIENES QUE CUIDARTE

Foto de: Alberto Uc.

Fecha de publicación: 22 de abril de 2013

¿Quién a sus 40 no recuerda la célebre canción de Hombres G, Chico tienes que cuidarte, esa en la que “... te da por pensar que algo te funciona mal, cuando la verdad es que me encuentro bien” (Voy a pasármelo bien, 1989)? Seguro que muchos lectores (de 40, incluso de menos) se fueron un instante al pasado *sonríe*. Sobre la salud a la mediana edad, si algo es cierto, es que nuestro organismo no se ve, ni se siente, ni trabaja igual que hace más de 2 décadas, y esto por mucho o poco que nos aferremos al canon de la juventud actual.

Los llamados adultos jóvenes, en el afán por demostrar su valía a la sociedad, de que sí pueden ser buenos profesionistas, trabajadores, padres, esposos, hijos, amigos y más, suelen descuidar su salud, sin considerar las desventajas que esto podría ocasionarles actual o posteriormente. No se confunda la situación con el hecho de mantenerse jóvenes y bien a la vista de los demás –que es una de sus mayores obsesiones–; es cuestión de procurar el bienestar no sólo en el ámbito externo, sino a nivel del organismo, la mente y las emociones, aspectos que casi siempre damos por ‘bien sentados’.

En su estudio Estadísticas sanitarias mundiales 2012, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que actualmente la esperanza de vida al nacer es de 68 años promedio en el mundo, y que la tasa de mortalidad ya no se debe tanto a enfermedades infecciosas como la neumonía, la malaria o el sarampión, sino a enfermedades no transmisibles (ENT), sobre todo en adultos de mediana edad y mayores, al ser grupos que han aumentado su población considerablemente. En este sentido, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte por ENT (48%), seguidas del cáncer (21%), las enfermedades respiratorias crónicas (12%) y la diabetes (3.5%).

Se estima que el consumo de tabaco, el sedentarismo, la dieta malsana y el uso nocivo del alcohol, provocan alteraciones críticas en el organismo, entre ellas la tensión arterial alta, la hiperglucemia, la hiperlipidemia y la obesidad, a las que se atribuyen el 80% de las enfermedades cardio y cerebrovasculares.

A nivel mundial, la tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y diabetes en adultos entre 30 y 70 años, es de 245 (por cada 100,000 habitantes), y en América es de 169 (76 puntos menor), sin embargo, en México esta tasa es mayor a la del resto del continente, al ubicarse en 217 (48 puntos arriba). En México, cabe señalar, la diabetes es la principal causa de muerte, con una tasa superior a 65, lo que representa más de 70,000 defunciones por año y lo que coloca al país entre los 10 más afectados del mundo por esta ENT.

De unos años a la fecha, distintas instituciones han desarrollado estudios para conocer el grado de felicidad de la gente en el mundo. Uno de ellos, el Índice del Planeta Feliz (Happy Planet Index, 2012), publicado por New Economics Foundation[1], mide el estado de felicidad y de salud de las personas a partir de la esperanza de vida, la percepción subjetiva de la felicidad y la huella ecológica.

Este índice revela que las personas más felices no son las que viven en los países más prósperos, ni con mayor esperanza de vida. Así 9 de las primeras 10 naciones del índice 2012 se encuentran en Latinoamérica, y sólo 4 de las primeras 40 tienen un PIB per cápita de más de $15,000.00 dólares. Costa Rica se encuentra en el primer lugar del índice de felicidad (posición que también ocupó en el estudio hecho en 2009), seguido de Vietnam y Colombia. México está en la posición 21, Brasil en la 22, Reino Unido en la 41 y Estados Unidos en la 105, de 151 países que participaron en el estudio.

A final de 2012, la empresa de consultoría e investigación Gallup Inc., presentó los resultados de una encuesta sobre actitudes positivas en el mundo, realizada a 150,000 personas en 148 países. En ella, Gallup le preguntó a la gente si descansaba lo suficiente, si era tratada con respeto, si sonreía o reía mucho, si aprendía o hacía algo interesante, y si experimentaba sentimientos de gozo.

Los resultados arrojaron que 8 de los 10 países con las actitudes más positivas están en América Latina[2]. Panamá se encuentra a la cabeza de este estudio, no obstante su PIB per cápita se ubica en la posición 90 del mundo; le siguen Paraguay, El Salvador y Venezuela. Por su parte, Estados Unidos ocupa la posición 33, y México y Brasil la 53.

En nuestro país, la consultora y asociación civil Imagina México también dio a conocer los resultados del Ranking de Felicidad en México 2012 (27 de febrero de 2013), el primero en su tipo sobre la calidad de vida de los mexicanos, y especializado en municipios urbanos y delegaciones; para lo cual se aplicaron más de 26,000 encuestas a mayores de edad, en 100 localidades. Entre otros aspectos, las preguntas abordaron la satisfacción de las personas en 8 ámbitos de su vida (también llamados dominios): familiar, económico, de ocupación, del entorno, de la amistad, del tiempo libre, salud y espiritualidad[3].

Apodaca (Nuevo León), Lerdo (Durango), Guadalupe (Nuevo León) y La Paz (Baja California Sur) son los municipios urbanos más felices del país, al ocupar las primeras 4 posiciones del ranking; mientras que Coyoacán, Álvaro Obregón, Tlalpan y Cuauhtémoc son las delegaciones en las que se percibe una mayor calidad de vida en el Distrito Federal, ya que se encuentran en las posiciones 5, 8, 9 y 15, respectivamente. Querétaro está en la posición 33, Monterrey en la 55, Guadalajara en la 70 y Cancún en la 96. Campeche cierra la lista.

No es mi intención atemorizar o reprender el espíritu de súper héroe de los adultos jóvenes –ese que todo lo puede y nunca le pasa nada–, luego de revisar estos datos; más bien que reconsidere una verdad que por ‘simple’ que parezca, siempre se deja de lado: si uno descuida su salud por enfocarse sólo a lo externo, no habrá empresa en el mundo, cargo, dinero, bienes, ni relaciones, que la restituya. Y francamente, ni quién lo agradezca *como por qué*.

En la etapa más productiva de nuestras vidas, el paradigma del bienestar no debería orientarse tanto hacia el poder, el prestigio y la posición, sino a la salud, el equilibrio y el conocimiento; pero visto a corto plazo, este cambio suele percibirse como un sacrificio y entonces muchos adultos jóvenes preferirán ‘tronarse’ a esta edad que invertir en sí mismos, en aspectos que más adelante les retribuirían no sólo en los ámbitos laboral y material. No potenciar nuestro futuro con una buena salud (en todas sus dimensiones), eso sí que es un sacrificio. Sin embargo, la gente no habrá de verlo así, sino hasta que llegue a cierta edad o en el peor de los casos, resienta un ‘bajón’ en su salud y por ende, en sus aptitudes.

Como ya había mencionado, el concepto actual de salud implica otros aspectos además del cuidado físico del organismo, esto es, el bienestar de las dimensiones mental, emocional, intelectual e ideológica. Así, el hecho de preservar una buena salud es cuestión de lograr un equilibrio entre la forma como uno se siente, se ve, piensa, se manifiesta, aprende y lo que cree; con el propósito de llevar a cabo nuestras labores y mantener la armonía con las personas que nos rodean. Dimensiones que con frecuencia obviamos, incluso ignoramos que existen.

En este sentido, quisiera compartir con ustedes una serie de recomendaciones que como adultos jóvenes nos permitirán tener un mejor estado de salud, abarcando las 5 dimensiones antes citadas.

1. Que todo cambio que se decida emprender, ya sea a nivel físico, mental, emocional, intelectual o ideológico; sea por convicción propia y no para agradar a alguien más.

2. Responsabilizarse del estado de salud propio y de las decisiones tomadas (o no) para mantenerse sano.

3. Quererse uno mismo y procurarse en todos los sentidos; quién mejor que uno para hacerlo.

4. Realizarse un chequeo médico completo al menos una vez al año. No hay mejor inversión que la que se hace en uno, sobre todo para conocer el estado real de nuestro organismo.

5. Acudir con un médico o un especialista en cuanto se presenten las primeras molestias, así se trate del organismo, la mente o las emociones.

6. No se trata de vivir en un régimen alimenticio restrictivo, pero tampoco en el exceso; así que conviene hacer una selección de los alimentos a partir de sus beneficios, la conveniencia de ingerirlos a nuestra edad, el gusto y las cantidades.

7. Tomar agua, dormir el tiempo adecuado y llevar una vida sexual segura.

8. Hacer ejercicio, mas no extralimitarse. Muchos adultos jóvenes hacen ejercicio para conservarse *correcto*, pero lo más importante es sentirse bien.

9. Procurar un buen control de las emociones, sin darle más importancia a aquello que no lo merece o que no está en nuestras manos resolver (el organismo lo agradecerá); evitar ser volátiles, dramáticos y/o volubles.

10. Aprender cosas nuevas, plantear otros escenarios y ser receptivos a distintos puntos de vista (lo que implica conocerlos, no adoptarlos al pie de la letra).

Espero que estas recomendaciones les sean útiles... si no, como dice la canción de Hombres G, “... ¿cuánto crees que durarás así?, ¿cuánto crees que tu organismo podrá resistir?”.

[1] Centro británico de estudio, investigación y acción independiente que inspira y demuestra bienestar económico real. Su meta es mejorar la calidad de vida mediante la promoción de soluciones innovadoras que retan la corriente clásica de pensamiento en asuntos económicos, sociales y ambientales.

[2] Gallup Inc. (2012). Positive emotions worldwide. 15 de abril de 2013, de gallup.com.
Web: http://www.gallup.com/poll/159254/latin-americans-positive-world.aspx#2

[3] Imagina México A.C. (2013). Ranking de felicidad en México 2012. 15 de abril de 2013, de Imagina México.
Web: http://www.rankingfelicidadmexico.org/resultados-por-municipio.php

[ * ] Para saber más:

World, H. O. (2012). Estadísticas sanitarias mundiales 2012. S.l.: World Health Organization.

Liga en YouTube de Chico tienes que cuidarte, de Hombres G:
http://youtu.be/JUP9iJjaKUA

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JAVIER CARLO. Maestro en Administración de Tecnologías de Información por parte del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), México, y Maestro en Comunicación por parte de la Universidad Internacional de Andalucía (UIA), España. Licenciado en Ciencias de la Comunicación egresado del ITESM; cuenta con estudios sobre publicidad, desarrollo de proyectos, psicología social y antropología de las organizaciones.

Estratega en comunicación y catedrático. Su experiencia profesional abarca el desarrollo de proyectos de comunicación –contenidos y producción– y el marketing para medios; así como el diseño de programas educativos a nivel superior y la docencia.

Actualmente es colaborador de la ‘Revista PYME’ (México), de la Universidad Anáhuac (México Norte) y gestor de proyectos de comunicación.

Contacto:
jcarlomena@gmail.com
facebook: Javier Carlo
twitter: @javocarlo
Linked in: /javiercarlo

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